EL
MUNDO
16 mayo
2022
El
94% de los pacientes con acné tenían un nivel de ácido graso omega-3 inferior
al recomendado
En la investigación, se ha comprobado
que las personas que consumen de forma regular legumbres tienen este nivel más
alto
Dermatólogos de Alemania han identificado lo que podría ser
un vínculo crucial entre el acné y un déficit de ácidos grasos omega-3. Sus
resultados, publicados durante el Simposio de Primavera de la Academia Europea
de Dermatología y Venereología (EADV), podrían ofrecer nuevas oportunidades
para el tratamiento de una enfermedad que se calcula que afecta a casi 23
millones de personas en Europa.
El equipo responsable de la investigación, con sede en el
Departamento de Dermatología y Alergia de Múnich, estudió a 100 pacientes
diagnosticados de acné y, mediante la medición de parámetros nutricionales en
la sangre, descubrió que el 94% de los pacientes tenía niveles de ácidos grasos
omega-3 inferiores a los recomendados (8-11%).
También investigaron la dieta de los pacientes y
descubrieron que los que decían consumir regularmente legumbres, como garbanzos
y lentejas, además de abstenerse de consumir aceite de girasol, tenían niveles
más altos del ácido graso clave.
El equipo de dermatólogos que ha llevado a cabo la investigación
ha pedido a los médicos que pregunten a los pacientes con acné por sus hábitos
alimentarios cuando les hablen del diagnóstico y el tratamiento de su
enfermedad.
La alimentación, factor clave
"La nutrición desempeña un papel fundamental en la
prevención, la aparición y la evolución de muchas enfermedades, incluidos los
trastornos dermatológicos como el acné vulgar", afirma la doctora Anne Gürtler, autora principal del equipo del Departamento de
Dermatología y Alergia de la Universidad Ludwig-Maximilian
de Múnich (Alemania).
Por ello, recomienda que, "como parte de un enfoque de
tratamiento moderno, los clínicos deberían proporcionar a los pacientes
información sobre cómo su elección de dieta podría impactar en su diagnóstico
dermatológico y podría potencialmente mejorar los resultados
terapéuticos".
"Durante años, se ha atribuido un impacto negativo para
el acné vulgar a la dieta occidental debido a sus efectos directos sobre los
niveles de IGF-1. Sin embargo, las medidas nutricionales preventivas y de
acompañamiento de la terapia aún no se han abordado suficientemente.
A este respecto, los ácidos grasos (AG) omega-3 parecen ser
los más prometedores debido a sus efectos antiinflamatorios", subraya.
Sus comentarios son respaldados por Asli
Bilgic, profesor adjunto del Departamento de
Dermatología y Venereología de la Universidad de Akdeniz
(Turquía) y miembro del Comité de Comunicaciones de la EADV, quien asegura que
los hallazgos "refuerzan la idea de que una dieta saludable es esencial
para la remisión a largo plazo del acné vulgar".
Los ácidos grasos omega-3, que se encuentran en alimentos
como las legumbres, las algas, los frutos secos, las semillas y el pescado no
de piscifactoría, como el salmón salvaje y las sardinas, reducen la inflamación
al estimular la producción de prostaglandinas antiinflamatorias E1 y E3, el
leucotrieno B5 y disminuyen los niveles del factor de crecimiento similar a la
insulina (IGF) - 1, la hormona central que induce el acné.
En el estudio, los pacientes con niveles de omega-3
inferiores al 8% mostraron niveles más altos de IGF-1, en comparación con los
pacientes sin déficit de este nutriente.